El cabello se considera uno de los aspectos que más define nuestra apariencia. Por eso, la pérdida de pelo o alopecia a menudo se enfrenta con una importante angustia emocional y ansiedad.
En la mediana edad, las mujeres pueden encontrarse con varios cambios hormonales y fisiológicos que pueden provocar alteraciones en la textura y el crecimiento del cabello. Mientras, en los hombres, un exceso de las hormonas masculinas como dihidrotestosterona va a producir la calvicie común o alopecia androgenética.
En este artículo te explico cuáles son las hormonas que pueden afectar al crecimiento del cabello, así como qué eventos propician estos cambios hormonales y qué hacer ante esta situación.
¿Qué hormonas pueden influir sobre mi pelo?
No hay una única hormona que regula el crecimiento del pelo, sino que son varias vías hormonales las que juegan un papel fundamental en el crecimiento y la salud del mismo.
Andrógenos
Sabemos que un exceso de andrógenos (testosterona o su metabolito más activo, la dihidrotestosterona), promueven la caída del pelo y producen un pelo más fino y pobre.
En el caso de que seas genéticamente susceptible a sufrir alopecia androgenética, la dihidrotestosterona puede unirse a los receptores de los folículos pilosos y hacer que se reduzcan, se debiliten y finalmente mueran. Este es el proceso que acaba provocando que los folículos pilosos afectados por la dihidrotestosterona pierdan su capacidad para hacer crecer el pelo.
Existen actualmente múltiples suplementos naturales, como los extractos de Serenoa Repens o de Pygeum Africanum, que contrarrestan los efectos negativos de las hormonas masculinas sobre el pelo.
Estrógenos
La alteración más significativa de esta hormona se produce con la aparición de la menopausia, en la que se produce el cese de la producción de estrógenos en los ovarios. Se sabe que esta disminución de estrógenos tiene efectos nocivos sobre la piel y los apéndices cutáneos como el pelo.
El estrógeno aumenta la cantidad de tiempo que el cabello pasa en la fase de crecimiento, por lo que cuando el estrógeno disminuye, este tiempo se reduce.
Además, la bajada en los niveles de estrógenos también puede intensificar los efectos androgénicos de la testosterona sobre el folículo y producir un debilitamiento progresivo del cabello debido a la falta de crecimiento del folículo.
Hormona tiroidea
Por un lado, la glándula tiroides (fundamental en el control del metabolismo y el crecimiento) estimula la actividad de los folículos pilosos, permitiendo que pasen antes de la fase telógena (en reposo) a la anágena (de crecimiento) del pelo.
El déficit de su función, conocido como "hipotiroidismo", causa caída de cabello, por lo que es fundamental asegurarse de su buen funcionamiento. En este sentido, un correcto aporte de yodo (presente en la sal y algunas algas marinas) será fundamental para el buen funcionamiento de la glándula tiroides.
Cortisol
Las hormonas del estrés, como el cortisol, pueden atacar y dañar el folículo piloso de forma significativa. Muchos pacientes de entre 20 y 30 años empiezan a perder el pelo debido a problemas relacionados con el estrés.
Se sabe que la hormona del estrés, el cortisol, afecta a la función y la regulación cíclica del folículo piloso. Cuando el cortisol está presente en niveles elevados, se ha demostrado que reduce la síntesis y acelera la degradación de importantes elementos de la piel, concretamente el hialuronano y los proteoglicanos, en aproximadamente un 40%.
Hay estudios que también han concluido que las actividades físicas, como el yoga, reducen el estrés y disminuyen los niveles de cortisol. Y hay otros que relacionan el escuchar música con una reducción significativa de los niveles de estrés crónico, medidos por la presencia de cortisol a través del análisis del cabello.
Por su parte, Olistic contiene algunos ingredientes como la Ashwagandha que ayudan a equilibrar los niveles de cortisol y otras hormonas del estrés, mejorando el ciclo de crecimiento del cabello.
Vitamina D
Seguro que habrás oído hablar de esta vitamina que está tan de moda. La vitamina D es en realidad una hormona muy potente y su principal función es la de aumentar la absorción de calcio en el intestino y así mantener unos huesos sanos.
Además de esta importante función se ha descubierto que esta hormona tiene importantes beneficios en el pelo, pues ayuda a crear nuevos folículos pilosos iniciando la fase anágena. Lo hace regulando la expresión de los genes necesarios para el correcto funcionamiento del del folículo piloso.
Cuando el cuerpo carece de suficiente vitamina D, pueden producirse varios síntomas, como la caída del cabello. No es de extrañar, pues, que diferentes investigaciones hayan encontrado niveles de vitamina D inferiores a los óptimos en mujeres con efluvio telógeno o alopecia androgenética de patrón femenino.
Melatonina
La melatonina desempeña una función antioxidante, captando e inactivando las especies reactivas de oxígeno y nitrógeno resultantes del estrés oxidativo.
Los receptores para la melatonina se encuentran en muchas partes del cuerpo y también en las células de los folículos pilosos. La melatonina interviene principalmente en la pigmentación del cabello al aumentar el número de melanocitos, afectando también a su crecimiento al estimular la fase anágena o de crecimiento del pelo.
Además, la melatonina protege los folículos pilosos ante la inhibición del crecimiento del cabello inducida por el estrés oxidativo.
Hierro
No es una hormona, pero su déficit se ha relacionado con la pérdida de cabello. En nuestro cuerpo se almacena como ferritina y su medición es la forma más fiable de valorar un déficit de este mineral.
La ferritina sérica es una potente herramienta de detección de la carencia de hierro y si se encuentra en niveles bajos significa que la persona padece anemia.
Quienes hemos padecido anemia en algún momento (como, por ejemplo, las mujeres debido a menstruaciones abundantes), estamos muy familiarizados con los síntomas de estar muy cansados y pálidos.
Aunque la caída del cabello no es el síntoma más común de la anemia ferropénica, afecta aproximadamente a la mitad de las personas con bajas reservas de ferritina. Cuando el cuerpo tiene poca cantidad de hierro, puede extraer la ferritina de lugares como los folículos pilosos, considerados no tan importantes como, por ejemplo, la producción de glóbulos rojos. El efecto resultante es la caída difusa del cabello o efluvio telógeno.
Principales eventos y condiciones de salud femenina que pueden afectar a estas hormonas
Algunos cambios hormonales con consecuencias sobre el cabello, como los relacionados con la menopausia o el posparto, pueden incluso corregirse por sí mismos. Sin embargo, para muchas mujeres, después del posparto notan que su cabello nunca vuelve a la misma calidad que tenía antes.
¿Qué hacer si sospecho que se me cae el pelo por el desequilibrio hormonal?
Lo más importante ante cualquier tipo de caída de cabello es acudir a tu dermatólogo para que pueda hacer una valoración específica y pueda determinar la causa de la alopecia. Una vez realizado un diagnóstico adecuado, el especialista te recomendará un tratamiento para mejorar tu problema.
Por lo tanto, con una evaluación adecuada y pruebas apropiadas para detectar desequilibrios y cambios hormonales o deficiencias nutricionales, ¡la ayuda está en camino!