El lavado del pelo es una de las claves para tener un pelo sano y es una parte fundamental de nuestra rutina de cuidado capilar, pero ¿sabías que lavarse el pelo correctamente puede marcar una gran diferencia en la apariencia de tu cabello y también en su salud? En este artículo, te presentamos algunos consejos para un lavado de pelo eficaz, desde la preparación hasta el lavado final, para que puedas lucir un cabello radiante y saludable.
El cuidado del pelo es diario
Nuestro pelo sufre a diario por culpa de las condiciones meteorológicas y porque lo peinamos y lo tocamos, por lo que habría que cuidarlo de forma continua y con constancia. Pero en verdad le dedicamos tiempo solamente un par de veces a la semana y suele coincidir cuando lo lavamos, aunque cuantas veces hay que lavarse el pelo dependa del tipo de cabello, el estilo de vida y muchos otros factores. Por eso, un consejo clave es nutrir el pelo cada mañana con una pequeña cantidad de producto nutritivo antes de peinarlo con cuidado.
Cómo lavarse el pelo correctamente: 6 consejos
Cuando hablamos de cómo lavarse el pelo correctamente, en verdad no hay que olvidar que se trata de lavar el cuero cabelludo, que es donde la suciedad se adhiere con facilidad, porque es más graso. Y es que es fundamental tener sana la piel en la que crece el pelo. Para limpiar el cuero cabelludo necesitamos el champú porque la suciedad se pega a la grasa que a su vez se pega al pelo.
Aquí te compartimos los seis consejos para lavarse el pelo correctamente:
1. Peina bien el pelo en seco antes de proceder al lavado. Esto hará que la aplicación del champú sea más fácil y que las fracturas al peinar el pelo a posteriori sean menores. Además, el pelo mojado resulta muy quebradizo y los tirones al desenredarlo harán que se rompa.
2. Utiliza agua templada, no caliente, para empapar el pelo y el cuero cabelludo.
3. Echa el champú en la palma de la mano, no directamente sobre el cabello, disuélvelo para que salga un poco de espuma y luego aplícalo en la cabeza. No olvides de masajear con calma el cuero cabelludo y repartir el champú. Durante esta fase puedes utilizar también un cepillo de lavado, que facilita el masajear el champú en el cuero cabelludo y luego ayuda a retirarlo de una forma agradable.
4. Aclara activamente el champú de tu cabello y cuero cabelludo, asegurándote de que se elimine junto con la suciedad.
5. Aplica un producto nutritivo como un acondicionador o una mascarilla de medios a puntas, dejándolo actuar el tiempo indicado en su modo de empleo.
6. Trata de retirar el producto nutritivo con agua un poco más fría para que se adhiera al pelo.
La temperatura del agua y el lavado de pelo
El agua caliente, cuando cae sobre el cuero cabelludo, hace que se dilaten mucho los vasos sanguíneos y esto puede causar inflamación o picor. Sin embargo, el agua caliente limpia bien porque moviliza la suciedad y las grasas adheridas, permitiendo que el champú actúe. En el momento del lavado sí que se puede y se debe utilizar agua templada para que el pelo se lave en profundidad. El agua tibia es fundamental si utilizas productos como lacas o gominas ya que el calor hará que se diluyan.
El agua fría (no helada) no solo genera una sensación de frescor en el cuero cabelludo, sino también permite un lavado menos agresivo, ayudando a que los componentes nutritivos se queden adheridos a la fibra, por eso se recomienda un lavado con agua fría tras la aplicación del acondicionador.
Para resumir, lo ideal es empezar a lavar el cuero cabelludo con agua templada y luego cambiar a una temperatura más fresca para acabar el lavado.
En conclusión, recuerda que el cuidado de pelo es diario y la mejor manera de incorporar este paso es crear una rutina en la que el primer paso sea tomar un complemento como Olistic, que con su fórmula completa que aporta vitaminas, minerales y antioxidantes (entre otros), ayuda a un crecimiento de pelo sano, cuidando tu pelo desde el interior.