Estamos contando los domingos que quedan para el verano, pero.. ¿estás preparando tu piel y tu pelo para que lo disfruten tanto como tú?
La mayoría de las personas disfrutan de los rayos del sol y de lo que estos significan. El verano es una época con días largos, con más planes al aire libre y con mayor sensación de libertad. Sabemos que exponernos de forma descontrolada al sol no es bueno, pues puede generar alteraciones en nuestro cuerpo de diversa índole. Conocer los efectos del sol en nuestro cabello y en nuestra piel nos ayudará a entender mejor cómo y por qué debemos no solo cuidarnos, sino prepararnos para esta época. En este artículo te cuento todas las claves que necesitas saber para llegar al verano con un pelo y una piel saludables.
¿Qué son los rayos ultravioleta?
El sol ejerce efectos inmediatos y a largo plazo sobre la piel y el pelo a través de sus rayos, que alcanzan la tierra de forma más directa en verano. Algunos son beneficiosos, como la formación de vitamina D, o la sensación de bienestar, pero otros pueden acarrear consecuencias negativas.
Todos conocemos los rayos ultravioleta, pero ¿sabías que están formados por varios tipos de rayos diferentes?
- Los UltraVioleta tipo A (UVA): son los más abundantes. Penetran profundamente en la piel generando radicales libres, daños en el ADN celular y aumentando el riesgo de cáncer y envejecimiento cutáneo (manchas, arrugas, afinamiento de la piel) a largo plazo.
- Los UlturaVioleta tipo B: no penetran tan profundamente pero causan daño de forma más inmediata. ¿Te has quemado alguna vez? Pues estos son los rayos responsables, generando un daño directo sobre el ADN y el crecimiento celular.
- Los infrarrojos: se encargan de generar esa sensación tan agradable de calor bajo el sol, pero pueden penetrar hasta las capas más profundas de la piel ocasionando una alta oxidación.
Cómo evitar los daños del sol en piel y cabello
Para evitar todos estos posibles daños inmediatos y retardados del sol sobre nuestra piel y pelo debemos combinar tanto un cuidado desde el interior como desde el exterior.
Consejos para cuidarte desde fuera
- Evita la exposición prolongada al sol.
- Evita el sol directo usando sombrilla o poniéndote a la sombra. Los rayos en este caso llegan sin interferencias, siendo más intensos y dañinos.
- Evita las horas centrales del día, cuando los rayos alcanzan la tierra de forma más directa y abundante.
- Cubre tu piel y tu pelo con gorras, sombreros, ropa…
- Aplica protector solar en toda la piel, incluso en las zonas no expuestas. Existen diferentes tipos de cremas para que te sea más cómoda la aplicación en todas las zonas.
Consejos para cuidarte desde dentro
Los antioxidantes son elementos que ayudan a proteger las células del cuerpo frente a la agresión ocasionada por radicales libres, tan frecuentemente generados por los rayos del sol. El cuerpo tiene sus propios mecanismos para neutralizarlos, pero si su producción es excesiva llegarán a dañar. Para prevenirlos, debemos aumentar la ingesta de antioxidantes y hacerlo tiempo antes de la exposición para asegurar que el cuerpo está preparado.
Proporcionar antioxidantes a nuestro cuerpo es fácil a través del consumo de vitaminas y minerales de los grupos A, C y E, betacarotenos, selenio y Zinc, entre otros. Dichas vitaminas y minerales los puedes encontrar en:
- Frutas y verduras con un alto poder antioxidante: como arándanos, bayas de Goji, cerezas, uva, tomate, brócoli, zanahoria, remolacha…
- Frutos secos, legumbres y semillas: como alubias rojas (su piel contiene más antioxidantes que muchos frutos rojos con flavonoides y taninos entre otros), pistachos, nueces, semillas de chía, açai…
- Suplementos nutricionales con alta carga de antioxidantes como Olistic for Women: es importante que incluyan ingredientes como:
- Resveratrol: sustancia con poder antioxidante producida por las hojas y el fruto de la vid. Se ha observado que esta acción se puede conseguir al tomarlo oralmente.
- Astaxantina: es un carotenoide presente de forma natural en las algas Haematococcus pluvialis, donde su función es ayudar en la fotosíntesis y proteger la clorofila del daño que le causaría la luz solar. Existen estudios que demuestran que su uso oral puede tener efectos antiinflamatorios, antioxidantes y fotoprotectores a nivel dermatológico.
- Antocianidinas: Un tipo de flavonoide contenido en frutos de color oscuro. Se ha demostrado su poder antioxidante, pero también estimulador de la síntesis del tejido conectivo. Este tipo de tejido está ampliamente distribuido por nuestro cuerpo y desempeña funciones de relleno, sostén y reparación, entre otras.
¡Y recuerda! No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Debes preparar tu cuerpo para la mayor exposición a los rayos asociada al verano con el fin de que no notes sus consecuencias al llegar el otoño y, sobre todo, para evitarlas a largo plazo.
Cuida tu alimentación, aprovecha alimentos frescos de esta temporada , asegura una ingesta abundante de antioxidantes y cuídate en tus exposiciones solares. Estarás mejor en verano y también en otoño e invierno. Incluso, puede que llegues a evitar la temida caída de pelo otoñal.