El estrés es una de las causas principales que intervienen en la caída del cabello. Cada vez que nos sentimos estresados, nuestro cuerpo libera cortisol, provocando efectos proinflamatorios que inhiben el crecimiento del cabello y dañan el cuero cabelludo.
¿Por qué el estrés causa la caída del cabello?
Con niveles altos de estrés, las glándulas suprarrenales aumentan la secreción de una hormona llamada cortisol, que a niveles altos y de forma crónica afecta la función de nuestro sistema inmunitario, incrementa la inflamación general e inflama los folículos pilosos, afectando el ciclo de crecimiento del cabello.
Si los niveles de estrés son elevados y prolongados en el tiempo, en muchas ocasiones se traduce en menos cabello en la cabeza. Lo hemos visto en cantidad de veces en deportistas, entrenadores, políticos, celebrities o empresarios y ejecutivos de alto nivel que, expuestos a altos niveles de estrés, pierden el cabello en pocos meses y necesitan recurrir a tratamientos para volver a tener su cabello original.
De hecho, existe evidencia científica que apoya el hecho de que un estrés emocional significativo puede estar relacionado con al menos un tipo de pérdida de cabello: el efluvio telógeno, es decir, la alteración del ciclo de crecimiento del pelo que produce una caída del cabello.
¿En qué consiste el efluvio telógeno?
Tu cuero cabelludo tiene en promedio unos 100.000 folículos pilosos. Cada folículo piloso está en constante ciclo entre la fase de crecimiento (anágena, que dura entre 2 y 7 años), fase de transición (catágena, que dura entre 3 y 6 semanas) y el descanso (telógeno, que dura entre 2 y 3 meses), en la que el cabello se cae. El estrés emocional significativo puede ser un desencadenante que provoca un cambio repentino y anormal de los pelos a la fase telógena de una vez.
En resumen, el estrés emocional induce a una microinflamación del folículo capilar. Cuando la microinflamación es crónica, se produce una desregulación de las células madre del folículo que inducen a la fase de catágeno prematuro, lo cual propicia la muerte celular, llevando a la fase telógena de caída.
¿Qué nos puede provocar un estrés emocional significativo?
Piensa en un evento crítico y negativo de tu de vida, como por ejemplo un despido laboral, una rotura sentimental o la pérdida de un ser querido. Cuando este evento desencadena un estrés severo y prolongado en el tiempo, el cuerpo libera cortisol dando lugar a la microinflamación del folículo. La pandemia de la Covid-19 es un ejemplo de situación desencadenante de muchos de los factores de estrés anteriores.
La caída del cabello en el efluvio telógeno generalmente no comienza hasta aproximadamente tres meses después del evento crítico que actúa como desencadenante, ya que es el tiempo que se necesita desde que los folículos pilosos entran de forma prematura en la fase telógena para completar el ciclo hasta que el cabello se desprenda.
Además, altos niveles de estrés agravan otros factores de caída del cabello como las causas hormonales, las toxinas, la falta de nutrientes esenciales y las causas metabólicas, un sistema inmune debilitado, la inflamación o el estrés oxidativo.
Sin embargo, existen buenas noticias al respecto. Esta caída del cabello es temporal y generalmente debe volver a su densidad anterior al efluvio, aunque este proceso suele ser lento - hasta unos 6 meses antes de que se detenga la muda, y luego de uno o dos años hasta que el cabello perdido vuelva a crecer. En algunas circunstancias, el cabello no recupera completamente su densidad normal.
¿Cómo podemos prevenir el efluvio telógeno?
Desafortunadamente, no existe una forma única de prevenir o detener un episodio de efluvio telógeno, sino que se debe utilizar un enfoque holístico e integrativo en el que se combata simultáneamente con distintas tácticas.
Por ejemplo, prestar atención a la salud emocional, aplicar técnicas de respiración profunda de forma habitual, practicar meditación y mindfulness, hacer ejercicio físico moderado o adecuado a tu nivel, son estrategias útiles para reducir el impacto de un factor estresante.
Desde Olistic, una vez realizado nuestro diagnóstico capilar, te enviamos un plan de consejos personalizados para mejorar tus niveles de estrés entre muchos otros factores. Este plan irá evolucionando con el tiempo y con la mejora de tu salud capilar y hábitos saludables. Los beneficios para tu bienestar van más allá del cabello, siendo nuestro objetivo principal la mejora de la salud general de todo tu organismo.
A su vez, te recomendamos tomar suplementos alimenticios con adaptógenos naturales para balancear los niveles de cortisol. Olistic For Men y Olistic For Women incorporan en su fórmula adaptógenos de la más alta calidad para combatir el estrés como causa fundamental del adelgazamiento del cabello.
Uno de ellos es la Ashwagandha Sensoril®, el extracto seco de Ashwagandha de mayor calidad presente en el mercado. Contiene el nivel más alto de principios bioactivos (≥ 10% de glucósidos de witanólidos) y los más altos niveles de pureza y concentración biodisponible. Esta reduce la sensación de estrés diario, ayuda al cuerpo a afrontar mejor los factores estresantes de cada día y mejora la calidad y duración del sueño.
Finalmente, si la pérdida de cabello es crónica, irregular o está asociada con enrojecimiento o picor, te recomendamos que busques atención médica de un dermatólogo, tricólogo o especialista capilar.